domingo, 20 de marzo de 2011

Esos motivos.

Hay tantas cosas, tantos motivos por los que te gustaría abandonar dejarlo todo, y marcharte del mundo, sin previo aviso, tan solo dejarlo todo atrás sin importarte nada, aunque sepas que pierdes cosas, y entonces es cuando te das cuenta de los pocos motivos que hay en el mundo para no marchar, porque no quieres perder esas cosas, esos motivos, que aunque sean pocos son grandes, y te hacen saber que para gente eres importante, y te hacen sonreír, y te comprenden, y te hacen ver la realidad, y aunque sea dura, mientras sea junto a esas personas que forman de ti alguien día a día, pues prefieres superar esos riesgos, y esas penas con ellos, porque siempre queda lo mejor para el final, y no le temo a nada, no cuando estoy con ellos y ellas, porque me hacen feliz, porque son los motivos por los que ves que merece seguir aquí defendiendo lo que es tuyo y luchando por lo que quieres, caminando hacia delante, con decisión y valentía, sin que nada te frene, pero pensando con conciencia y corazón, dando el máximo de ti sin nunca esperar nada, porque si quieres seguir adelante, en este mundo despiadado y cruel, donde la gente es fría y falsa, donde nadie se puede fiar ni de su propia sombra, hay que actuar rápido, saber bien cuales son tus cartas en el juego, y no echar a perder lo poco que tienes.

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